Partimos de la Plaza Nagusia, frente al ayuntamiento, donde encontramos un panel informativo sobre los senderos del municipio. En el cantón de la plaza giramos a la derecha para descender (junto con los PR-BI 50 y 51 y el GR 38) por la calle Uribarrena, siguiendo el viejo trazado de Camino Real. Caminamos por el viejo Via Crucis que se dirige hacia el calvario cercano a la ermita de San Roke. 

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Un poco antes de alcanzar este pequeño templo abandonamos la vieja carretera para acceder a mano izquierda al estrecho sendero que nos conduce hasta el viejo hayedo de San Rokeoste. Tras cruzarlo, la senda desemboca en la variante de Otxandio. Debemos cruzarla y continuar por la vía más evidente hasta adentrarnos en los hayedos de Abitxu y  Olazar. Una serie de puentes nos ayudarán a salvar las aguas del río Oletaerreka, que una y otra vez se va cruzando en nuestro camino. 

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Nada más salvar el segundo puente abandonamos el trazado del GR 38 para continuar por la izquierda, paralelos al curso del Oleta. Caminamos entre hayas y robles, por Olazar, mientras disfrutamos del tranquilo paraje. Alcanzamos un nuevo puente, que atravesamos para seguir de frente hasta dar con la carretera de Oleta. A la izquierda, un bello puente de piedra singular se alza sobre el al arroyo de Amezola. Cruzamos la carretera y continuamos aguas arriba, obviando los ramales de la derecha, hasta que el sendero nos obliga a cruzar el regato.

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Entre plantaciones de diversas coníferas llegamos a un nuevo cruce. La senda de la izquierda regresa a la villa, por la zona de Mainondogarai. Pero nosotros seguimos por la derecha paralelos al vivero, hasta alcanzar el hayedo donde encontramos la vieja calzada de Otxandio a Oleta (GR 123). Caminamos por la vía empedrada unos 100 metros, hasta el siguiente cruce, donde giramos a mano izquierda para atravesar el hayedo de Illuntxo. 

 

La senda desemboca en una pista de tierra, donde nuestro sendero se cruza nuevamente con el GR 38. Debemos continuar de frente hacia Kurutzalde, donde encontraremos una curiosa estela (s.XIX). Llegando a este punto podemos regresar a Otxandio por la izquierda y acceder a Elexabarri pasando por el barrio de Kerexara o continuar el itinerario por el camino de la derecha en dirección al barrio de Morgaola. 

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Caminamos entre fincas y plantaciones de coníferas. Ignoramos los cruces secundarios y continuamos de frente hasta que nuestro camino desemboca en la pista que desciende desde Itza (PR-BI 50). Giramos a la izquierda y descendemos hasta un nuevo cruce, donde el otro PR continúa por la derecha mientras nosotros seguimos de frente. Tras salvar un bello y antiguo puente sobre el río Urkiola, llegamos al barrio de Morgaola. Nuestro sendero cruza la barriada para continuar hacia Otxandio, nuevamente por el Camino Real. 

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Alcanzamos el barrio de San Antonio, donde se encuentra la ermita del mismo nombre. Según la tradición los vecinos se unían frente a esta ermita antes de iniciar su peregrinación a Urkiola. Continuamos en dirección al Casco urbano pasando junto a la ermita de Elexabarri y el viejo crucero de Urigoiena, uno de los hitos que marcaba la entrada a la villa.

 

Desde Urigoiena accedemos a Artekale, pasando previamente junto a la plaza Andikona. Es éste un lugar emblemático para los vecinos de Otxandio. En él murieron un gran número de vecinos en el primer bombardeo que sufrió nuestro territorio (1936). Antiguamente este curioso enclave albergó uno de los lavaderos municipales, a la orilla de un pequeño regato que cruzaba la zona. El Camino Real nos dirige nuevamente a la Plaza Nagusia, punto de partida y llegada de nuestro itinerario.